«Y donde tu vivas, viviré yo Tu pueblo será mi pueblo Y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras, allí también quiero morir yo».
Acudimos a México DF para cubrir la que probablemente es una de las historias de amor mas emotivas y en teoría más difíciles de lograr, mundos lejanos, culturas tan diferentes que se unen aquí, pero pues con amor todo es posible. Japón y México unidos. Ni la lluvia ni el frío nos detuvo
Así estaban los volcanes ese día